Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 26 segundos
Como cada año, el 8 de Marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, formalizado por Naciones Unidas en 1975. Desde entonces hemos sido espectadoras y hasta protagonistas de numerosos mensajes comerciales de marcas de todo el mundo que nos felicitaban y nos agasajaban por nuestro día. Pero hace ya varios años que empezamos a cuestionarnos el significado de la fecha y a reflexionar sobre su origen: Sus raíces están en las protestas del movimiento obrero de mediados del siglo XIX en el que la mujer comenzó a alzar cada vez más su voz. Entonces dejamos de ver a esta fecha como un día comercial para vivirla como una jornada internacional en la que las mujeres de todo el mundo pedimos por la igualdad.
Pero la realidad es que en la cotidianeidad muchas mujeres nos enfrentamos a diferentes situaciones de disparidad en los profesional y personal. Porque, a pesar de ser una lucha social muy antigua, la desigualdad entre hombres y mujeres sigue siendo profunda. Sin ir más lejos, el Foro Económico Mundial asegura que faltan 108 años al ritmo actual para alcanzar la paridad económica en el mundo.
Entonces ¿Qué hacemos como marcas respecto a esta lucha? Actualmente son cada vez más las compañías que han dado un giro a su mensaje y se han tomado más en serio esta problemática, aprovechando el impacto de sus anuncios para promover la reflexión y dejar de lado el objetivo comercial. Este comportamiento no es sorprendente pues se calcula que las mujeres realizan el 80% de las compras totales en el mundo (dato relevado por Bloomberg). Entonces, las marcas que no se comprometen no solo están perdiendo una oportundiad de venta, sino que tampoco podrán generar relaciones duraderas y basadas en la confianza con sus compradoras.
En este contexto, el Área de Marketing tiene una responsabilidad cada vez mayor pues es la que propone, analiza, diseña y ejecuta estos discursos pero ¿Quiénes ocupan estos puestos en las empresas? La agencia Moz relevó en el 2015 que dos terceras partes de quienes trabajan en el ámbito del marketing digital son hombres. Donde más presencia tienen las mujeres es en los puestos relacionados al Social Media, Content Márketing, analíticas web y relaciones públicas. En cambio, la ingeniería, el desarrollo web, la publicidad pagada y el SEO son disciplinas casi totalmente ocupadas por los hombres (Fuente Merca2.0).
Sin embargo, no todo es tan desalentador como parece. En el 2019, el estudio anual que realiza Russell Reynolds Associates nos mostró que cada vez son más las mujeres que ocupan el puesto de Director de Marketing en el mundo (El rol de liderazgo en este sector representa el 48% solo en la primera mitad de 2019).
Ocupamos cada vez más puestos pero ¿Qué pasa con el salario?
Según el último Informe Mundial sobre Salarios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), algunas de las mayores economías de la región latinoamericana, como Argentina, Uruguay y Chile, se sitúan por encima del promedio global en cuanto a brecha salarial de género. En Argentina las mujeres solo perciben el 75% de los ingresos de sus colegas masculinos.
Tal vez por esta brecha también haya cada vez más mujeres que deciden emprender y ser líderes en sus propios proyectos. De acuerdo con Global Entrepreneurship Research Association, cada año aumenta el número de mujeres emprendedoras a nivel mundial, pero esta tendencia se acentúa aún más países de África y Latinoamérica, donde Angola, Chile y Colombia ocupan los primeros tres lugares de países con mayor porcentaje de mujeres emprendedoras.
Más infografías en Statista
¿Y en el sector tecnológico?
Ya sabemos que el sector tecnológico ha sido comunmente protagonizado por hombres: Statista relevó en el 2017 que incluso en los gigantes de la tecnología Ebay, Google, Facebook, Amazon, la mayoría de los puestos están ocupados por hombres. De hecho, a nivel ejecutivo, las mujeres no ocupan más del 23% de los puestos en ningún caso. Entre estas grandes marcas, Paypal es la compañía con mayor paridad (44% de sus trabajadores son mujeres).
Más infografías en Statista
Sin embargo, las emprendedoras han ido ganando cada vez más terreno entre las empresas tecnológicas. El sector fintech, que reúne a startups dedicadas a servicios financieros digitales, no es la excepción. Casi la mitad de las compañías de este tipo registradas en Uruguay, por ejemplo, han sido fundadas o cofundadas por mujeres. Lo mismo sucede en países como en Perú y Colombia, donde más del 40% de estas startups fueron ideadas por emprendedoras. En Chile y en Argentina, en cambio, el porcentaje disminuye.
Más infografías en Statista
¿Cómo podemos trabajar para mejorar el panorama actual?
Como dijimos en un comienzo, aunque cada vez tomamos más conciencia de la desigualdad existente en los diferentes sectores de la economía, el panorama no ha cambiado mucho. En un mundo en constante evolución, como lo es el tecnógico, las mujeres nos enfrentamos a numerosos desafíos para hacer escuchar nuestra voz. Desde los puestos de trabajos a los que accedemos, hasta el lugar que se nos dá en la toma de desiciones, atravesamos muchos obstáculos que son invisibles para nuestros compañeros.
Sin embargo, tu empresa puede ser un activo del cambio partiendo de asegurar la igualdad de condiciones y salarios entre tus empleados. Pero también puedes empezar por evaluarlos por su habilidad y no por su género; por ofrecer las mismas oportunidades en la toma de desiciones, y fomentar la conciliación laboral y mayor flexibilidad horaria.
Como miembros de un equipo de trabajo, como marcas y como parte de un sector, podemos tomar cartas en esta lucha y fomentar la igualdad desde nuestros distintos roles. El primer paso es informarnos, tomar conciencia y empezar a cuestionarnos ¿Qué voz le damos a las mujeres en nuestro equipo? ¿Qué hacemos para promover la equiedad en la oficina? Y como compañías ¿Cuáles son los estereotipos que difundimos en nuestra publicidad? ¿Realizamos mensajes sexistas o que promueven la desigualdad de género? Son muchas las preguntas que podemos hacernos, pero como en todo gran cambio, primero necesitamos parar y cuestionarnos. No nos queda duda que sea cual sea tu género o tu puesto de trabajo, siempre van a existir pequeñas acciones que puedes hacer para marcar un nuevo rumbo.
